lunes, 2 de mayo de 2011

COSAS PARA MEJOR Y ALGO RARO POR CONOCER

Un montón de gente está siendo guiada al salón del hotel. Ahí se encontraba los representantes de cada restaurantes candidatos. Estaban en cuartos de final. Eran en total cuatro  jueces. Uno por  cada  restorán. Carmen era una de esas candidatas. Maldecia con su alma a Fran. Cada momento se acordaba de ella y de su madre. Pero si no mejoraba su comportamiento, el ''regalo'' de la Santa inquisición  le esperaba a la vuelta. Vamos, que mas le vale que se ponga las pilas con los hombres. 



Mientras ella preparaba los platos, la lesbiana de Sicilia le intentaba seducir e  que dejara  la competición. No iba a ser posible. Porque cuando a Carmen se pone seria , se pone seria. El premio de cuartos era un pastón. Pero nada comparado con el premio de la final. A Carmen con sólo pensarlo, dejaba el suelo mas perdido que nada. Sus ayudantes no era nada menos que Randal y su primo. Poco a poco, Carmen ya no se jodían tanto ( en el sentido de molestar, no sean malpensados) e incluso ya ni siquiera se decían malas palabras. Aquello era armonía pura. Cualquiera que los hubiese conocido antes del años 2010, pensarían que estos eran enemigos muerte


. Aunque la situación había cambiado para mejor, Carmen seguía como una chica agradable a primera vista, su personalidad dejaba mucho que desear. Sus pensamientos seguían siendo misandricos pero en menor numero. Ya no ponía malas caras. No pegaba a los hombres. Era una mujer casi nueva. Sus ''poderes'' empezaron a influir a la gente de alrededor, tanto como que te acercaras a ella, te sentías mucho mejor. A nuestra protagonista no notaba esos poderes en su interior ¿ Seria que su odio opacase esos dones?


No es que les sirviese de mucho ( ya que su astucia y picardía era su gran arma) pero algo era algo. Quería darse un paseo largo y olvidar el beso de anoche por parte de la tetona. No sentía como nada pero le dio mucho asco. Sin embargo, empezó a tener sentimientos por Randal. Ella creía en un principio era indiferencia. Luego respeto. Pensaba mucho el tema. Sin darse cuenta, le atraía de cierta manera. Según Carmen sólo ''seria  las hormonas''. Pero ya tiene veintisiete años. No le valía de ninguna manera es argumento. Únicamente le quedaba el... ¿¡ AMOR!? 


Ni en broma aceptaba eso. Lo ultimo que haría era enamorarse de es gañán. « No es posible. Si ese tío es más feo que picio. Sus ojos son grandes como los de una rana pero de color azul marino. Su pelo parece una corral lleno de paja brillante que es de oro. Su cuerpo es como un cru...¡ Mierda!¡ Estoy más colada por ese cabrón! ¡Jodeeer!» pensó Carmen. Por mala fortuna, se acercaba el chico y se dirigía a ella. Carmen no tenía cara de muchos amigos.

- ¡Oye, tía! ¡Nos falta queso!- le grito al oído Randal
- ¿ Que de un beso?- pregunto Carmen confundida
- ¡ Queso! ¡ Quesooo!- le replico Randal
- Pues pidele a tu primo. Yo no tengo. Se me han  acabaron las provisiones. Nesitamos leche.
- ¿ Quieres chele, blanca?
-¿ Quieres morir virgen?
- ¡Es es una broma, mujer!


En ese momento, Sicilia entro en la habitación sonriente. Empujo violentamente a Randal a la derecha. Carmen se hizo para un lado. Randal cayo al suelo. De repente, A carmen le dio una serie de sentimientos bastantes parecidos a la pena. Extendió su mano para levantarle. Carmen se sonrojo ligeramente.

- ¿ Por que te pones roja?
- Porque cuesta levantarte me cuesta mucho levantarte  ¿Estas bien?
- Si... bien jodido ¡ Que fuerza tiene esa mujer!  Me recuerda a la fuerza de mi primo.
- ¡ Ni que fuese un travestí, hombre! ¿ Te lo imaginas?
- Pero es demasiada fuerza para una mujer...
- ¿ Y qué? Hay much.. ¡ No me jodas que es un tra...!













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