Un aliento hay en la atmósfera. Algo similar y peligroso. Como un lobo esperando a un tierno cordero. Allá por la medianoche sin Luna llena que ilumine el cielo oscuro sin estrellas, en el colegio se va acontecer algo. No se sabe qué es pero ya se verá.
Le golpeo repetidamente hasta machacarle Fuentes de sangre salen de sus venas reventadas.El pasillo esta teñido de rojo carmesí. Creo que ha terminado. Por fin yace muerto el pájaro-bestia.
Alguien traspasa la entrada de la puerta, Un tintineo de campana resuena. Pasos lentos y pesados se escuchan ¿Quién anda ahí? ¡Qué se descubra Un momento, sobras multiformes puedo observar Aunque el temor me invade los sentidos, pongo por delante mi razón ante los hechos. No es algo horrible lo que hecho. Mi único delito es haber pasado los muros de la escuela y haber hallado paso franco hasta la sala de los profesores. No quisiera saber que se encuentra a otro lado de la puerta.Choques contra la puerta estoy oyendo.
¡Maldita sea!¡Soy presa de pánico! ¡Quiero pero no puedo! ¡Quiero evaporarme pero soy sólido!
¡Que sea lo que sea, pero que no se coma mi cuerpo mientras yo este consiente! Cesan los golpes.
¿La criatura ha parado? En dirección a las ventanas traslucidas, ante mis ojos se me aparece un ser de forma extraña. Se me paraliza el cuerpo ¡El horror!
Un ente que no es de este mundo yo lo puedo asegurar. Cabeza de pingüino,cuerpo de flamenco y patas alargadas como avestruz pero escamadas como un reptil cualquiera. La cuestión es ¿Me estará mirando ahora? En parte estoy protegido. El lugar donde me localizo es cerrado. Un cubículo en la que se puede respirar un aire relajado. Me pongo rumbo a las ventanas que dan al patio, veo una luz tenue y roja. De pronto,¡cristales rotos!¡Terror absoluto en mi mente! Agarro con fuerza extraordinaria una de las sillas y se la lanzo al monstruo. Después me abalanzo y le debilitó a mi voluntad.
Le golpeo repetidamente hasta machacarle Fuentes de sangre salen de sus venas reventadas.El pasillo esta teñido de rojo carmesí. Creo que ha terminado. Por fin yace muerto el pájaro-bestia.
¡Pero mi vista me sorprende! De pronto se hace de día. La luz atraviesa las ventanas y ante mi se encuentra el cadáver de un hombre de alrededor de cuarenta años. Me he dado cuenta. La bestia soy Yo. El pájaro no era más que un mero producto de mi imaginación. Me he dejado arrastrar por la dama de la Locura y tan bien me ha seducido que he caído de lleno. Ajora seré un repudiado de la sociedad. Un paria. Ningún exilio podrá limpiar el crimen de sangre que he cometido para siempre. Nunca.
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