Extra:profecías de Indarías.

``Dos hermanos

de la sangre 

han de resucitar 

y sacrificar

Dos soles

de aceitunas

lucharan

y sufrirán

dos pájaros
uno de ala blanca
y otro de ala negra
Ambos serán guerreros

si uno pierde
el otro ganara
con la vida
de su hermandad´´

-¡ Sapristi, Dan! ¿ Indarías que tomaría por la noche, no?

-La cosa era que en su época le consideraban un loco
-¡ No me digas!
-Pues sí. Y en verdad no me extraña. Decían de él que podía ver el futuro ya que Deanix bendijo a su madre devota de este cuando estaba en cinta.
-¡Hala, fascinante!
- Y fue ejecutado a la horca con treinta años.
-Eso... ya no es tan fantástico.

Todo sobre mi padre

En el camino; a su derecha estaba el río pasado,como si el tiempo no existiese.Una alta y bella dama,sujetaba su valija.Se llamaba Amélie.Vestía un vestido victoriano que le apretujaba.Caminaba poco a poco por el sendero.Al Sol le coronaba un aura anaranjada el cual predestinaba que dentro de poco anunciaba que iba a caer la noche.Ella sonrió y sus mejillas se tornaron color manzana.Los árboles se desprendían de sus ropajes colores rojos,naranjas,amarillas,verdes...


Amélie llamaba a su hermano, que se entretenía en la lejanía.Se dirigían ambos a la ciudad de Berlín para encontrarse con su familia.Eran ya años que no se veían a sus seres queridos .La joven,se tuvo que marchar con sólo dieciséis años;para ayudar a salir adelante a su familia llevándose consigo a su hermano pequeño que por la época tendría doce años.Habría pasado una década desde entonces.


Amélie era una mujer acomodada.Junto a su hermano eran  los más ricos que los nobles de la zona burguesa.Él era cocinero de un conde y ella era... verduga.El secreto de su corazón no podía florecer de su boca.Ese trabajo fue muy mal visto por la familia de ella y no durarían en echarla de casa.Amélie y el hermano, que se entretenía en la lejanía.Se dirigían ambos a la ciudad de Berlín para encontrarse con su familia.Eran ya años que no se veían a sus seres queridos. La joven,se tuvo que marchar con sólo dieciséis años;para ayudar a salir adelante a su familia llevándose consigo a su hermano pequeño que por la época tendría doce años.Habría pasado una década desde entonces.

Amélie era una mujer acomodada .Junto a su hermano eran  los más ricos que los nobles de la zona burguesa.Él era cocinero de un conde y ella era... verduga.El secreto de su corazón no podía florecer de su boca.Ese trabajo fue muy mal visto por la familia de ella y no durarían en echarla de casa.Amélie y el hermano eran capaces de hacer de todo para conservar su empleo.Pero Amélie  tenía una ética  bastante rara.Se compadecía de sus ejecutados aunque a la hora de coger la hacha sentía un alivio e incluso placer.Berlín no era precisamente el cielo pero tampoco el infierno.Ella no entendía aquello.Volviendo al mundo real después de pensar tanto de los años anteriores,se relajaba viendo el infinito camino que la llevaba al casa de su familia.Si sobrevió a asesinos,violadores y a ladrones ¿Por que no a años de ausencia?

Sangre, Inglaterra y café:Un muerto en la iglesia

La tranquilidad se hizo con el vestíbulo.La mujer estaba callada y el hombre hablaba.Ella aburrida, miraba  la ventana de cristales coloridos a la vez que enervada.Ambos avanzaron hacia el patio central.Un cadáver en mitad de la área era resguardado de los curiosos.

-¿Quien es el que ha estirado la pata?-preguntó Dominicio
-Mi padre.-contestó algo molesta Sabina
-¡Santísima discordia!-exclamó por lo bajini él

La iglesia tenia un hedor bastante pestilente a muerte.Los policias creían que posiblemente se suicido y todo parecía indicar aquello.Pero el par sabían con seguridad que aquello iba mas allá de eso.