Carmen corría como un rayo por los pasillos del hotel. Tropezaba con todo lo que se menease. Más bien parecía que se estuviese llevase todo el mundo por delante. Un motón de hombres le perseguía. Precisamente no era por atracción. Galopaban hacia ella. Querían matarla .
- ¡ Joderrrrrrrrrrrrrr!- gritaba Carmen
-¡ Ven pa'ca, cabrona!- le vociferaba un concursante
-¡ No escapes, misándrica de las pelotas!- le chillo de los concursantes
La estampida arrasaba con lo que estuviese enfrenta suya. Carmen no había hecho nada malo. Bueno, por este día. No tenía en su mente destrozar a alguien. No ese día. Sólo quería convivir en un entorno con seres humanos capaces de razonar. Vio que es lugar como que no. Corría y no le daba tiempo a pensar. Estaban torciendo una esquina. De la nada, desaparece de la vista de la muchedumbre enfurecida. Nadie se los explica. Carmen, con el corazón en un puño, se refugio en el cubo de la ropa sucia. Nada como un sitio para... desaparecer.
Pasado un cuarto de hora, salio del cubo. Ahora, andaba tranquilamente por las escaleras. De pronto, choca con una chica. Su cara era de una mujer madura pero atractiva
. Su cuerpo es tan bello como su rostro. Únicamente tenía un pequeño ''desequilibrio'' : sus pechos del tamaño de una una cabeza humana adulta. Se sonrojo ante esta. Carmen estaba hipnotizada ante tal obra de arte de la naturaleza. Ella le extendió su mano para levantarle, ya que la había echo caer. Cuando a la chica le levanto, provoco una gran colisión entre las ''gemelas'' de la muchacha y el pecho de Carmen. Sin querer, nuestra protagonista se puso como un roja como un cangrejo. Al momento era una chimenea andante. De repente, le salio chorros de sangre de su nariz.
- Lo siento, señora- dijo de un modo dulce la chica
- Oye ¿ Como que señora? que por lo menos tengo cinco años menos que tú- le contesto Carmen descaradamente- A ver ¿ Cómo te llamas? ¿ Qué edad tienes? ¿ Cuales son tus medidas?
- Me llamo Sicilia, tengo 19 años y mis medidas son 95-61- 91
- Ajá...- respondió Carmen apuntando en una libreta-. Y una cosa ¿ Tú qué haces por aquí? ¿ No sabías que esto es zona restringida para los que no son participantes?
-¡Ay!¡ No sabía!- aulló de manera dulce de nuevo.
La expresión de las cejas levantadas implicaba la imaginación bastante adulto de Carmen. Babeaba de un modo bastante raro. Sicilia, la mujer que ha conocido ha ahí, era un bombón. Empezó a jadear. No era porque estaba excitada, sino por que le faltaba la respiración ¡ Esa mujer podría en peligro el método de convivencia y restauración entre hombres!
-Una cosa ¿ Estas sola?
- Sí, soy soltera y sin hijos
- Yo no me refería a eso
- ¿ Y tú?
- ¡Usted!¡ Y no estoy interesada en ninguna persona! de sexo masculino claro...
-¡ Yo quiero tener novio! ¿ Que le digo a un chico que me gusta?
- Pues '' juguemos al teto''.
-¿ ''Teto''?
- Los tíos caerán a tus pies como si nada.
- ¡Vale!
La chica se alejaba de las escaleras y se dirigía a los pasillos. Carmen pensaba lo siguiente: `` ¡Así sólo conseguirás que te utilicen como una muñeca hinchable, estúpida niña!´´. Su faz expresaba que se sentía superior. Andaba para su habitación para repasar las normas de respeto. Durante el regreso, observo a a Sicilia consevando con un muchacho. Carme hacía como si pasase de largo. Eso si, escuchaba las palabras de aquella conversación claramente. Sicilia le dijo al chico la frase obscena. Carmen se preparaba para reírse. Pero en esta vida, todo sale al destino como le sale de los... El chico le sujeto el brazo a esa delicada muchacha. Carmen se quedo bastante flipada tanto; que su cara parecía un monigote. Sicilia, mientas caminaba con el joven giro la cabeza dirigiéndote a Carmen , le miro de un modo atrevido y le dijo susurrándole : No soy tan gilipollas como tú. Que no sabes como tratar a un hombre ¡Jejeje!. A Carmen se le quedo el cuerpo suspendido en el suelo.
- ¡ Joderrrrrrrrrrrrrr!- gritaba Carmen
-¡ Ven pa'ca, cabrona!- le vociferaba un concursante
-¡ No escapes, misándrica de las pelotas!- le chillo de los concursantes
La estampida arrasaba con lo que estuviese enfrenta suya. Carmen no había hecho nada malo. Bueno, por este día. No tenía en su mente destrozar a alguien. No ese día. Sólo quería convivir en un entorno con seres humanos capaces de razonar. Vio que es lugar como que no. Corría y no le daba tiempo a pensar. Estaban torciendo una esquina. De la nada, desaparece de la vista de la muchedumbre enfurecida. Nadie se los explica. Carmen, con el corazón en un puño, se refugio en el cubo de la ropa sucia. Nada como un sitio para... desaparecer.
Pasado un cuarto de hora, salio del cubo. Ahora, andaba tranquilamente por las escaleras. De pronto, choca con una chica. Su cara era de una mujer madura pero atractiva
. Su cuerpo es tan bello como su rostro. Únicamente tenía un pequeño ''desequilibrio'' : sus pechos del tamaño de una una cabeza humana adulta. Se sonrojo ante esta. Carmen estaba hipnotizada ante tal obra de arte de la naturaleza. Ella le extendió su mano para levantarle, ya que la había echo caer. Cuando a la chica le levanto, provoco una gran colisión entre las ''gemelas'' de la muchacha y el pecho de Carmen. Sin querer, nuestra protagonista se puso como un roja como un cangrejo. Al momento era una chimenea andante. De repente, le salio chorros de sangre de su nariz.
- Lo siento, señora- dijo de un modo dulce la chica
- Oye ¿ Como que señora? que por lo menos tengo cinco años menos que tú- le contesto Carmen descaradamente- A ver ¿ Cómo te llamas? ¿ Qué edad tienes? ¿ Cuales son tus medidas?
- Me llamo Sicilia, tengo 19 años y mis medidas son 95-61- 91
- Ajá...- respondió Carmen apuntando en una libreta-. Y una cosa ¿ Tú qué haces por aquí? ¿ No sabías que esto es zona restringida para los que no son participantes?
-¡Ay!¡ No sabía!- aulló de manera dulce de nuevo.
La expresión de las cejas levantadas implicaba la imaginación bastante adulto de Carmen. Babeaba de un modo bastante raro. Sicilia, la mujer que ha conocido ha ahí, era un bombón. Empezó a jadear. No era porque estaba excitada, sino por que le faltaba la respiración ¡ Esa mujer podría en peligro el método de convivencia y restauración entre hombres!
-Una cosa ¿ Estas sola?
- Sí, soy soltera y sin hijos
- Yo no me refería a eso
- ¿ Y tú?
- ¡Usted!¡ Y no estoy interesada en ninguna persona! de sexo masculino claro...
-¡ Yo quiero tener novio! ¿ Que le digo a un chico que me gusta?
- Pues '' juguemos al teto''.
-¿ ''Teto''?
- Los tíos caerán a tus pies como si nada.
- ¡Vale!
La chica se alejaba de las escaleras y se dirigía a los pasillos. Carmen pensaba lo siguiente: `` ¡Así sólo conseguirás que te utilicen como una muñeca hinchable, estúpida niña!´´. Su faz expresaba que se sentía superior. Andaba para su habitación para repasar las normas de respeto. Durante el regreso, observo a a Sicilia consevando con un muchacho. Carme hacía como si pasase de largo. Eso si, escuchaba las palabras de aquella conversación claramente. Sicilia le dijo al chico la frase obscena. Carmen se preparaba para reírse. Pero en esta vida, todo sale al destino como le sale de los... El chico le sujeto el brazo a esa delicada muchacha. Carmen se quedo bastante flipada tanto; que su cara parecía un monigote. Sicilia, mientas caminaba con el joven giro la cabeza dirigiéndote a Carmen , le miro de un modo atrevido y le dijo susurrándole : No soy tan gilipollas como tú. Que no sabes como tratar a un hombre ¡Jejeje!. A Carmen se le quedo el cuerpo suspendido en el suelo.