Carmen se aislaba por completo durante unas pocas horas en su despacho. Desiré se preguntaba que pasaba en ese lugar. Carmen era nada más que una mujer de veintisiete años pero había algo que le hacía especial. Su don para ocultar las cosas era como su ''poder''secreto de atraer con deseos de su corazón lo que ella quisiera. Hacer sentir bien a aquellos que estaban a su alrededor también era uno de eso done pero no lo mostraba mucho que digamos.
Aunque si de algo se trata de aguantarse, es es uno de sus odios. Su mayor odio era lo hombres; es decir que sufría misandria. Algo bastante raro si eres heterosexual y te gusta los hombres como la miel a las abejas. Cada vez que pasaba una persona de sexo masculino, la expresión de la cara de Lucía cambiaba a una armoniosa a una totalmente de desagrado total. Fruncía el ceño y se mordía constantemente el labio inferior. Eso si, tenia la cabeza lo más agachada posiblemente. Tenía que aguantarse ya que en su plantilla la mitad eran hombres( son seis personas en total). En las reuniones le salia un enorme vena en el cuello y cada vez que alzaba la cara, exponía una cara amable con un tic( levantaba y bajaba la ceja izquierda). Más de uno se descojonaban por dentro; sobre todo los chicos. Era algo que no tenía remedio.
Muchos pensaban que Lucy era una mujer sin más. Todos se equivocaban. Y eso lo demostraba cada locura que esta hacía para conseguir proveedores o atraer clientela ¡Pobre del hombre que la pillaba en un callejón!, por que el que no avisa no es traidor ya que esta hace en su tiempo libre kicboxing, karate, defensa personal... ¡ Buff! Como para meterse con esta chica. Aunque algunas cosa en ella que eran una paradoja como por ejemplo: le gusta el balompié, hacer ejerció, jugar a lo bruto con sus amigas, Beber cervezas, etc. No se si sera que en su infancia solo le educo su padre o su madre no estaba en esos momentos. Sea lo que sea, es un poco irónico es ta chica ¿ No?
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